La Rioja
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En el Cementerio de San Martín de Alfaro (La Rioja) se encuentra la única tumba vertical de España. Basada en una historia de amor (siglo XIX) entre un terrateniente y una cubana del servicio de los Sres. Saenz de Heredia (abuelos de José Antonio y Pilar Primo de Rivera) se levanta un panteón de mármol de carrara conteniendo el ataud de él y, en frente, un hermoso panteón de la familia Heredia que contiene el cuerpo de ella.
El panteón, a modo de pequeño cenobio, que guarda los restos de la familia Saenz de Heredia, frente al enamorado, no sabemos tampoco su autor. Lo que sí podemos entresacar que lo hemos comparado con algunos panteones en el cementerio de San Miguel de Málaga, donde también hay enterrado riojanos; pero tampoco aquí saben el nombre de los arquitectos. Reseñable en este panteón es su apecto románico con planta de cruz griega. Todo está hecho de piedra, un tipo de piedra arenisca, seguramente salida de las canteras cercanas. Se accede bajo un arco sostenido por columnas más que de sostén, de adorno. Se remata la cúpula (símbolo de la esfera terrestre) que posee ventanas de arcos de medio punto cerradas con vidrieras, con adormideras de bronce, símbolo del sueño eterno. En todo el perímetro que rodea el jardín que deja en el centro el mausoleo, se levanta una hermosa reja de hierro forjado.
Su constructor fue Gregorio Saenz de Heredia (no el arquitecto, que pudo ser un hermano de éste). Gregorio tuvo una hija, Casilda, que se casó con Miguel Primo de Rivera, presidente de España en los años veinte.
Ambos panteones, que reflejan no sólo la belleza de las construcciones en sí, sino también la historia y la leyenda que los envuelve (si quieren también puedo aportarla), se contruyeron en pleno romanticismo, al principio de la segunda mitad del siglo XIX.