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Cementerio de Portugalete
Calle Ramón y Cajal, 9 · 48920 Portugalete - Bizkaia · Tel. 
El cementerio municipal de Portugalete.
Tras el asedio carlista ocurrido entre 1873 y 1874, Portugalete asiste a una transformación urbana de bastas proporciones, configurándose sobre todo durante este último tercio de la centuria decimonónica como una ciudad balneario y residencia estival de la burguesía vasca y de otros puntos de España. Como es lógico necesitaba establecer un nuevo Cementerio radicado en el barrio de Pando, fruto de la necesidad demográfica y sanitaria, que fue inaugurado en 1878.
El camposanto portugalujo presenta un conjunto monumental que es despúes de los pertenecientes a la villa de Bilbao y a la anteiglesia de Getxo quizás el tercero de los más relevantes como conjunto monumental de todo el Territorio Histórico de Bizkaia.
Aparte de los panteones arquitectónicos, escultóricos y de las sepulturas de interés artístico, resulta muy interesantes los elementos definitorios del camposanto: La Portada de Acceso, obra del arquitecto Severino de Achúcarro, y la Capilla. En todo el conjunto predomina la clave neoclásica e historicista recurrente (neo-románico, neo-gótico).
Como tal "ciudad de los difuntos" merece un estudio aparte, dada la variedad y cantidad de obras de interés que aparecen. Entre ellas destacan en primer lugar por su magnífico estado de conservación el panteón de Victor Chávarri y Salazar (1908), obra del arquitecto Manuel Escondrillas, de estilo ecléctico muy interesante, el panteón de la familia Ubao, también en estilo ecléctico, el del grupo familiar de los Castaños (1894), asimismo ecléctico y obra del célebre arquitecto Cecilio de Goytia (1894), el dedicado a la memoria del llamado "médico de los pobres" Juan José Conde Pelayo (1926), ecléctico, de la autoría del escultor Moisés Huerta. Mención especial merecen dos obras de singular relieve, situadas a la cabeza de la escultura funeraria europea. Es de gran relieve en primer lugar el panteón para Manuel Calvo y Aguirre, obra de Josep Llimona (célebre escultor modernista catalán, que nos ha legado en Portugalete una obra impregnada de romanticismo y expresionismo enlazable con el modernismo catalán. El otro es el panteón para Benigno de Chávarri. obra del escultor Quintín de Torre (ejecutado en similar ejecución romántica, dotado de menor expresividad y mayor realismo). Conforman ambos un conjunto de severa monumentalidad y plasticidad.
Otro elemento singular es la réplica de la famosa cruz de Kurutziaga de Durango, realizada para el panteón de la familia Monleón-Vicuña para el constructor A. Arregui en estilo regionalista o neo-vasco.
Poseen asimismo cierta originalidad los de la familia Juaristi (1882) en estilo neo-románico obra del maestro de obras jarrillero Manuel de Otaduy y Mendiguren así como el perteneciente al grupo familiar de los Chapa, ejecutado por el arquitecto Eladio Iturria en clave de neo-clásico (1890).
El cementerio Municipal de Pando constituye un conjunto monumental de gran relieve, por los valores artísticos, históricos y sociales que reune. Además de tener un estado excelente de conservación.
Tras el asedio carlista ocurrido entre 1873 y 1874, Portugalete asiste a una transformación urbana de bastas proporciones, configurándose sobre todo durante este último tercio de la centuria decimonónica como una ciudad balneario y residencia estival de la burguesía vasca y de otros puntos de España. Como es lógico necesitaba establecer un nuevo Cementerio radicado en el barrio de Pando, fruto de la necesidad demográfica y sanitaria, que fue inaugurado en 1878.
El camposanto portugalujo presenta un conjunto monumental que es despúes de los pertenecientes a la villa de Bilbao y a la anteiglesia de Getxo quizás el tercero de los más relevantes como conjunto monumental de todo el Territorio Histórico de Bizkaia.
Aparte de los panteones arquitectónicos, escultóricos y de las sepulturas de interés artístico, resulta muy interesantes los elementos definitorios del camposanto: La Portada de Acceso, obra del arquitecto Severino de Achúcarro, y la Capilla. En todo el conjunto predomina la clave neoclásica e historicista recurrente (neo-románico, neo-gótico).
Como tal "ciudad de los difuntos" merece un estudio aparte, dada la variedad y cantidad de obras de interés que aparecen. Entre ellas destacan en primer lugar por su magnífico estado de conservación el panteón de Victor Chávarri y Salazar (1908), obra del arquitecto Manuel Escondrillas, de estilo ecléctico muy interesante, el panteón de la familia Ubao, también en estilo ecléctico, el del grupo familiar de los Castaños (1894), asimismo ecléctico y obra del célebre arquitecto Cecilio de Goytia (1894), el dedicado a la memoria del llamado "médico de los pobres" Juan José Conde Pelayo (1926), ecléctico, de la autoría del escultor Moisés Huerta. Mención especial merecen dos obras de singular relieve, situadas a la cabeza de la escultura funeraria europea. Es de gran relieve en primer lugar el panteón para Manuel Calvo y Aguirre, obra de Josep Llimona (célebre escultor modernista catalán, que nos ha legado en Portugalete una obra impregnada de romanticismo y expresionismo enlazable con el modernismo catalán. El otro es el panteón para Benigno de Chávarri. obra del escultor Quintín de Torre (ejecutado en similar ejecución romántica, dotado de menor expresividad y mayor realismo). Conforman ambos un conjunto de severa monumentalidad y plasticidad.
Otro elemento singular es la réplica de la famosa cruz de Kurutziaga de Durango, realizada para el panteón de la familia Monleón-Vicuña para el constructor A. Arregui en estilo regionalista o neo-vasco.
Poseen asimismo cierta originalidad los de la familia Juaristi (1882) en estilo neo-románico obra del maestro de obras jarrillero Manuel de Otaduy y Mendiguren así como el perteneciente al grupo familiar de los Chapa, ejecutado por el arquitecto Eladio Iturria en clave de neo-clásico (1890).
El cementerio Municipal de Pando constituye un conjunto monumental de gran relieve, por los valores artísticos, históricos y sociales que reune. Además de tener un estado excelente de conservación.