Su construcción comenzó en 1833, posteriormente en 1849 se llevaron a cabo mejoras y se construyó la capilla a la que se agregó la ermita de San Sebastián, la casa y varias oficinas, utilizando para ello elementos del convento de San Pablo como las puertas de entrada, que son de caoba, y las columnas que pueden ver en los arcos. El San Rafael que hay sobre la puerta estuvo en un monumento o triunfo que hubo delante del convento de la Arrizafa
En su origen, a este cementerio estaban destinados los cadáveres de los vecinos de los barrios de la Magdalena, Santiago, San Pedro, Santos Nicolás y Eulogio de la Ajerquía, San Andrés, San Lorenzo y Santa Marina.
En este cementerio fueron inhumados los jefes y oficiales muertos en la batalla de Alcolea de 1868, en bovedillas que les concedió el Ayuntamiento
Se puede visitar a diario de 08:30 a 14:00 y de 16:00 a 18:00
Foto 1 wikipedia.org
Foto 2 cityplan.es