La presencia de judíos en Plasencia está documentada desde 1189
La marginación social impedía a los judíos enterrar a sus difuntos en el cementerio común, por lo que se veían obligados a realizar los enterramientos a las afueras de la ciudad, extramuros. Pese a representar un nutrido número de ciudadanos, se veían obligados a desplazarse extramuros para los sepelios. No en todas las ciudades existían lugares para sepultar a sus seres queridos, pero Plasencia si contó con uno de ellos que, recientemente, el ayuntamiento ha recuperado y señalado para su conocimiento y visita.
Este cementerio se encuentra en el Berrocal, localizado frente a la judería de Plasencia, con acceso directo a través de la Puerta de Berrozana, para evitar cruzar espacios ocupados por cristianos.
Puede visitarse, pero su acceso se realiza por una carretera, pese a estar rodeado de la ciudad. En él, se observan una veintena de tumbas excavadas en las rocas con figura antropomórfica y cumpliendo las leyes judías para los enterramientos, es decir, el túmulo tenía que ser tierra virgen, que hoy lo es todavía, estar en pendiente y mirando a Jerusalén.
Los carteles informativos y postes colocados por el ayuntamiento han sufrido actos vandálicos en más de una ocasión.
Al no estar vallado el recinto, no tiene horario de visita.
(Fotos: Sfarad.es)