En el año 2014 se cumple el bicentenario del cementerio de Mahón (1814-2014). Fue el primero que se construyó en Menorca para dar cumplimiento a la orden que obligaba a establecer los cementerios alejados de las ciudades, y sirvió de modelo e inspiración para las otras poblaciones de la isla. El recinto de bellas líneas clasicistas, se edificó junto a la ermita de Gràcia, del siglo XV. De forma rectangular, está dividido a su vez en cuatro rectángulos más pequeños, en cuya intersección se levanta un obelisco conmemorativo. Los laterales acogen las casetas para las sepulturas y el acceso al recinto se realiza a través de un arco monumental. Tres ampliaciones se realizaron en el mismo siglo XIX, que guardan una unidad estilística con el recinto original, mientras que los ensanches posteriores responden a una estética más funcional y racionalista. Todo el conjunto es objeto de un esmerado cuidado anual y en especial este año que se cumplen los doscientos de su construcción.